Las drogas en honduras

#10 Los estudios sobre el problema del tráfico y abuso de drogas pueden tratarse en una doble vía. Algunos análisis consideran que el origen del problema está en el país que importa y consume los estupefacientes, considerando que sin la demanda no existiría la necesidad de que se produzcan y exporten drogas ilícitas. Un segundo análisis señala que, aunque exista la demanda de drogas, los países productores son quienes tienen la obligación -como miembros  signatarios de convenios internacionales antinarcóticos- de combatir el tráfico doméstico y la producción de cualquier tipo de drogas, así como el delito de lavado de activos. Pero el impacto social se puede apreciar en un aumento de la violencia a lo interno de cada país, que afecta a personas, patrimonios e instituciones, generando, además, diversas prácticas de corrupción a todos los niveles.

Ahora bien, el problema social del tráfico ilegal de drogas también provoca algunos conflictos políticos como los que se han presentado entre México y los Estados Unidos de América (EE UU) por el control fronterizo. En nuestro país, se han podido observar roces entre el gobierno y la Embajada de los EE UU, aunque en el fondo existan otros aspectos que no trascienden al público. A esto habrá que agregar la deportación de hondureños de los EE UU hacia Honduras, situación que se agrava con el tiempo. Pero de lo que estamos seguros es de la influencia de los narcotraficantes que operan en algunos pueblos y ciudades fronterizas entre los países del área centroamericana, que las han transformado en  campos de batalla durante los últimos años. Según informes de las instituciones encargadas de luchar contra este flagelo, indican que en estos lugares existen redes de corrupción, que han llegado a los más altos niveles; mientras, la sensación de inseguridad entre la población local va en aumento.