#7 El principal problema agrario del país es que unos pocos acaparan grandes extensiones de tierras de cultivo, muchas veces improductivas (latifundios), y las grandes mayorías de campesinos escarban retazos de metros de tierra (minifundios) para alimentar el mercado nacional.
Esta inmoral distribución y tenencia de la tierra es la expresión de la voluntad política de las élites que desgobernaron y desgobiernan el país. Todos los intentos de reforma agraria que priorizaba la redistribución de las tierras fueron sistemáticamente truncados.
En el siglo XVI, cuando la Corona española, mediante la Ley de Indias, reconoció el derecho a la tierra de los pueblos indígenas en el “nuevo mundo”, los usurpadores de estas tierras hicieron caso omiso de aquella Ley. Luego, con los procesos de “independencia”, en el siglo XIX, se abolió la esclavitud y se abogó por el derecho a la tierra de las y los campesinos e indígenas. Pero estas iniciativas también fueron truncadas por los nuevos patrones criollos y mestizos.
En los siglos XIX y XX hubo varios intentos de redistribución de las tierras. Muestra de ello fue la inconclusa reforma agraria de 1962 que definió el carácter colectivo de las tierras en manos de las y los campesinos. Pero esta reforma postergó la tecnificación, los mercados, el financiamiento, las redes camineras, etc. del agro. Entonces, el agro continuó postergado, y el campesinado, empobrecido.
Las condiciones de necesidad del campesinado fue capitalizado por los nuevos y viejos terratenientes, quienes, amparándose en la Ley de Modernización Agrícola de 1992, acopiaron las tierras. Convirtiendo a sus antiguos propietarios en peones sin tierra, o, en muchos casos, expulsándolos hacia las ciudades a suplicar limosnas.
La tenencia de la tierra y la erradicación de la pobreza extrema y del hambre
El acceso seguro a la tierra y a los otros recursos naturales son un factor directo en la disminución del hambre y de la pobreza rural. El campesino rural sin tierra es, a menudo, la mejor indicación de la pobreza y del hambre: normalmente, los más pobres son los sin tierra o con poca tierra. Los derechos inadecuados del acceso a la tierra y a los otros recursos naturales, y la tenencia insegura de estos derechos, a menudo, genera pobreza extrema y hambre. Un mejor acceso puede permitir que una familia produzca comida para el propio consumo de la casa, así se ayuda a asegurar la seguridad alimentaria, y aumenta el ingreso de la casa produciendo un sobrante para la venta en el mercado. El acceso seguro a la tierra, a menudo, proporciona una valiosa red segura como una malla de protección, la comida y el ingreso en tiempos de dificultades.
La tenencia de la tierra y el desarrollo sostenible de la ecología
La tenencia de la tierra, definida como el acceso y la seguridad de derechos a la tierra y a los otros recursos naturales, afecta a cómo los granjeros deciden aprovechar la tierra, y si ellos invierten en las bonificaciones de la tierra. Las impropias políticas de la tenencia de la tierra y el acceso injusto a la tierra y a los otros recursos naturales producen un exceso de cultivo y un exceso de pasto de las tierras marginales. Los buenos planes de la tenencia de la tierra promueven buenas prácticas del aprovechamiento de la tierra que mejoran el medioambiente. Si los campesinos gozan de una tenencia segura y pueden beneficiarse de sus inversiones, con gran probabilidad invertirán en mejoras para su tierra a través de medidas de protección de la tierra, plantando árboles y mejorando los pastos.
0 comentarios:
Publicar un comentario